jueves, 19 de abril de 2012

Watashi wa anata o aishite...

Te amé sin que lo supiera,
busqué tu memoria que había enterrado,
te encontré, te toqué y se detuvo mi vida.

Frente a tus ojos
encontré mi pasado,
tomaste mis manos
como si hubieses
tomado mi alma.

Eres como un ángel y un verdugo
que me hace caer en un abismo
en el cual no puedo detenerme,
he querido escaparme de
este laberinto que es mi vida
y mi muerte,
pero ya no puedo detenerme,
has robado mi aliento,
has ganado mi vida,
y me has hecho saber
que cuesta trabajo respirar lejos
de ti,
pues cada vez que me alejo
siento que muero.

Te amo,
como se aman las cosas oscuras,
entre la sombra y el alma,
entre el pecado y la gloria.

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